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Desinfección de cerdas naturales: tratamiento con ozono versus luz ultravioleta: impacto en la integridad de la fibra
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- 2025-12-19 01:31:59
Desinfección de cerdas naturales: tratamiento con ozono versus luz ultravioleta: comparación del impacto en la integridad de la fibra
La desinfección natural de las cerdas es fundamental en industrias como la fabricación de cepillos cosméticos, donde las fibras de origen animal (por ejemplo, pelo de cabra o ardilla) son apreciadas por su suavidad y capacidad de mezcla, pero son propensas a la contaminación microbiana. Garantizar tanto la eliminación de patógenos como la integridad de la fibra (clave para el rendimiento y la longevidad de las cerdas) requiere evaluar los métodos de desinfección. El ozono (O3) y la luz ultravioleta (UV) se utilizan ampliamente, pero sus efectos sobre las fibras a base de queratina difieren significativamente. Este análisis explora sus mecanismos, el impacto en la estructura de la fibra y las compensaciones prácticas.
Tratamiento con ozono: potente desinfección con riesgos oxidativos

El ozono, un poderoso agente oxidante, desinfecta alterando las membranas celulares microbianas y fragmentando el ADN/ARN. Su forma gaseosa penetra en densas matrices de cerdas, alcanzando la superficie de los microbios incrustados que los métodos pasan desapercibidos. Sin embargo, la reactividad del ozono amenaza la queratina, la proteína estructural de las cerdas naturales. La queratina depende de los enlaces disulfuro (-S-S-) y de hidrógeno para su elasticidad y resistencia; El ozono rompe estos enlaces, provocando fragilidad, reducción de la resistencia a la tracción y degradación de la superficie. Los estudios muestran que la exposición prolongada (>1 hora a 0,3 ppm) provoca picaduras en la superficie (mediante microscopía electrónica) y una intensidad reducida de la banda amida (FTIR), lo que indica daño a las proteínas. Las concentraciones más altas de ozono aumentan la desinfección pero exacerban el daño a la fibra, creando un equilibrio entre la seguridad microbiana y la durabilidad de las cerdas.
Tratamiento con luz ultravioleta: más suave pero de superficie limitada

La luz UV-C (200–280 nm) desinfecta mediante acción fotoquímica, lo que induce a los dímeros de timina en el ADN microbiano a detener la replicación. A diferencia del ozono, su menor energía minimiza el daño químico directo a la queratina. Las pruebas realizadas con cerdas de pelo de cabra (UV-C 254 nm, 30 mJ/cm²) no mostraron cambios significativos en los enlaces disulfuro ni en la resistencia a la tracción. Sin embargo, la escasa penetración de los rayos UV-C restringe la desinfección a las superficies, dejando sin abordar los microbios internos. La exposición prolongada puede causar una fotodegradación leve (sequedad, brillo reducido), pero mucho menor que el daño oxidativo del ozono. Los sistemas UV son energéticamente eficientes, fáciles de integrar y no generan residuos, lo que resulta atractivo para la conservación de la fibra.
Comparación de eficacia, integridad y practicidad
Profundidad de desinfección: el ozono supera a los rayos UV, logrando una reducción microbiana del 99,9 % en los núcleos de las cerdas frente a la eficacia superficial del 90 % de los rayos UV (ISO 18472).

Daño a la fibra: el ozono rompe los enlaces de queratina, reduciendo la resistencia a la tracción entre un 15% y un 20% después de 50 ciclos; Causas de los rayos UV
Costos operativos: el ozono requiere cámaras herméticas y cámaras de aire, lo que aumenta los gastos operativos y de capital; Los sistemas UV son más económicos y más sencillos de escalar.
Conclusión: equilibrar las prioridades
El ozono ofrece una desinfección profunda superior, pero corre el riesgo de que la fibra se vuelva quebradiza debido al daño oxidativo. Los rayos UV priorizan la integridad y la simplicidad, pero no abordan los microbios internos. En el caso de las brochas cosméticas de lujo, donde la calidad de las cerdas genera confianza en el consumidor, la tecnología UV-C con limpieza de superficie suplementaria optimiza la conservación de la fibra. Las aplicaciones industriales/médicas pueden utilizar ozono con parámetros controlados (baja concentración, exposición corta) para mitigar el daño. Las innovaciones futuras pueden combinar rayos UV (superficie) y dosis bajas de ozono (penetración), logrando un equilibrio entre seguridad y rendimiento de la fibra.
